El fin de semana del 14-16 de abril la comunidad cristiana del colegio peregrinamos las primeras etapas del camino ignaciano. Es una experiencia que ya se realizó hace años y que este curso hemos retomado para continuar con ella los próximos 3 años. Un fin de semana al año peregrinaremos juntos en familia siguiendo los pasos de San Ignacio de Loyola; aunque lo hacemos en un orden creativo porque en vez de comenzar en Loyola (que será nuestra última etapa dentro de tres cursos) y terminar en Manresa (dentro de 2 cursos) nosotros este año el primer día peregrinamos desde Castellnou de Seana hasta Verdú (17km) y el segundo día desde Verdú hasta Cervera (otros 17km).
Este año fuimos 178 personas. Desde los más pequeños de 4 años que a ratos andaban y otros iban en carrito, hasta los mayores que nos apoyaban en el coche escoba todos realizamos las etapas sin incidentes ni lesiones. La intercesión de San Ignacio y Pedro Claver nos ayudaron durante el camino, en el que pudimos hablar, cantar e incluso hacer cada día un kilómetro de silencio para poder rezar desde el agradeciendo.
Se notó la diferencia de edad, pues cuando llegábamos a las casas de colonias donde dormíamos, los mayores necesitábamos una ducha mientras que los pequeños pedían jugar y saltar como si no hubieran hecho nada. Las noches nos sirvieron para hacer diferentes dinámicas y juegos en las dos casas en las que estábamos, pero el momento en el que estábamos todos juntos fue en la eucaristía del sábado que pudimos celebrar en Verdú, en el Santuario donde nació San Pedro Claver, jesuita del siglo XVI que entregó su vida en Cartagena de Indias (y tenemos en escultura en la entrada de la capilla del colegio levantando a un esclavo).
Damos gracias a todas las comisiones que se implicaron en la preparación y organización, deseando que el curso que viene podamos ser más, contando con todos aquellos que este año no pudieron venir.